La costa Vincentina es un parque natural con centenas de kilómetros de playas, aunque la agricultura intensiva puede ter restado algún potencial turístico, sin embargo todavía contiene un valor inmenso.
El parque natural de la Costa Vincentina que va desde Sines a cabo de Sao Vicente, es una perla olvidada en el extremo suroeste de la península, que debido a la pésima gestión de la administración publica Portuguesa cayó en desgracia, de un pequeño paraíso natural a estar explotado por una agricultura muy intensiva.
Aunque esta agricultura deja unos beneficios económicos inmensos apenas beneficia a la población local, sin hablar del daño en el tejido social y ecológico que dejan el mar de plástico de las estufas y el glifosato usado en la agricultura.
Este paraje con aproximadamente 139 km de largo, con un microclima muy propio, subtropical y húmedo con una vegetación más diversificada que el interior pues los bosques llenas de vegetación, muy verde y florido en el invierno, con un verano seco y tórrido.
La fauna está en plena recuperación como otros lugares de la península ibérica, las aves de rapiña como aguiluchos y otros depredadores ya son nuevamente fácilmente visibles, las marmotas y otros animales salvajes ribereños también están en recuperación, solo los grandes mamíferos como los lobos y otras especies de gran porte no han vuelto.
Litoral Alentejano
Entre el dinamismo empobrecedor y el subdesarrollo enriquecedor
Siendo una de las regiones más pobres del país, sin embrago tiene en su haber la villa que más aporta al país en términos de riqueza, esto es Sines no solo es un importante puerto dentro del país, si no que es el único puerto de aguas profundas, con una importante industria petrolífera.
Sines un pueblo de pescadores que debido al dinamismo de su puerto actualmente es un hub tecnológico y logístico, estratégico del país, Galp y Repsol tienen plantas de refinaría enormes, más una planta térmica de carbón, que tiene el dudoso honor de ser la más contaminante de toda Europa.
Vila Nova de Milfontes, es un pequeño pueblo dedicado al turismo, su castillo en el margen de la desembocadura del Rio Mira, el encuentro entre el rio y el mar, con varias playas a ambos lados del rio, es muy fácil encontrar españoles en época alta.
Más al sur y más lejos de la costa se encuentra otro hub económico, es Odemira la capital del municipio, que va desde V. N. de Milfontes hasta Odeceixe, es el municipio más extenso del país, su principal aporte a la economía es la agricultura, en especial los frutos rojos, sus plantaciones se han desarrollado en poco tiempo, con los mares de plástico sustituyendo los verdes pastos en invierno.
El consumo de agua disparado y las recetas del turismo cayendo, gran parte de la población fue reemplazada por población Asiática principalmente de India, Pakistán y Nepál.
Algarve
Odeceixe, Aljezur y Cabo de Sap Vincente
Unos 15 kilómetros más abajo está la Ribeira Del Seixe, marca la tenue frontera del Alentejo con el Algarve, con la playa de Odeceixe y más abajo la villa de Aljezur, ya aquí la economía está muchísimo más volcada en el turismo y se nota. Este el el Algarve pobre, muy lejos del estilo de vida de Faro ó Portimao, aquí no existen grandes hoteles, solamente pequeños hoteles, restaurantes y diminutos negocios que en el mejor de los casos apenas sobreviven.
Sines un pueblo de pescadores debido al dinamismo de su puerto estratégico actualmente es un hub tecnológico y logístico, Galp y Repsol ambas tienen plantas de refinaría enormes.
Entonces llegamos al extremo suroeste de la península el cabo de Sao Vicente, con sus peculiares rocas que diseñan el perfil de un canto de Europa.
Turismo Rural
La esperanza de la región
Sí te parece que no es un panorama muy alentador, pues te equivocas, las playas son inmensas, muchas de ellas todavía vírgenes, y en términos de alojamiento existe bastante oferta y con mucha calidad, si no verifique usted en Rusticae.es , los alojamientos ofrecidos y los precios, en Sao Teotónio a apenas 10 minutos de coche de la playa Zambujeira de Mar ó de Alteirinhos.
La comida es una mezcla de culinaria alentejana, con la carne porcina, con la mediterránea más saludable y más concentrada en el consumo de pescado.
Sin duda que es una apuesta segura la Costa vicentina y sobre todo el litoral Alentejano que puede parecer lejano, pero es lo exótico a apenas a unos kilómetros de la frontera de España.
